miércoles, 21 de mayo de 2014

¿CÓMO IMPLICAR A LAS FAMILIAS?

¿CÓMO IMPLICAR A LAS FAMILIAS?
      
Coordinación con el centro
 La coordinación de la familia con el centro es esencial para programar
de forma conjunta las estrategias educativas diseñadas para el alumno.
 Aprovechar las entrevistas para hablar de las dificultades encontradas,
 los progresos y para establecer objetivos conjuntos y revisarlos
 periódicamente. Centrarse en los aspectos comunes y en los acuerdos y
 no en las desavenencias.
 Supervisar la agenda como medio para controlar deberes, exámenes,
 trabajos, material, etc. y para comunicaciones puntuales con el profesor
 evitando comentarios que evidencien desacuerdos entre familia y
 escuela.

Control de la conducta.
La utilización de estrategias comunes entre la familia y la escuela
multiplican la eficacia de las mismas.
 Hay que hablarles con claridad, de forma directa y mirándoles a los
 ojos. Las instrucciones deben ser cortas y concretas, paso a paso y
 asegurar que la han comprendido.
 Ser coherenteen mantener las mismas expectativas en casa y en el
 colegio: lo que el alumno es capaz de hacer en un ámbito, lo puede
 conseguir en el otro.
 Reforzar las conductas positivas. Cuando el comportamiento es el
 adecuado, hay que indicarlo y felici­tarle por ello.
Facilitar comentarios sobre su conducta que puedan ayudarle a entender
 qué comportamientos son adecuados y cuáles no. Ayudarle a pensar en
 voz alta sobre los acontecimientos de su vida, sus emociones, sus planes.
 Establecer normas de disciplina explícitas, claras, comprensibles para el
 hijo. Y deben ser consistentes, es decir, las estrategias y las normas
deben ser siempre las mismas al igual que las consecuencias.
Exponer claramente las consecuencias del mal comportamiento y ser
pertinente y coherente en su aplicación. Actuar de forma inmediata.
 Cuando se incumpla una norma hay que recordarla y actuar en
 consecuencia, sin dejarse influir por las protestas y sin perder la calma.
También puede ser eficaz advertir de las consecuencias y dar un margen
 de tiempo para que haga lo que se le ha indicado.
Utilizar la recompensa más que el castigo. Si sabemos cuál es la
 conducta positiva que queremos cam­biar por la inadecuada, cuando ésta
se produzca podremos elogiarla y recompensarla.
 Ser persistentes. Los cambios tardan en producirse.
Una de las formas de aprendizaje más eficaz es la observación de la
conducta de los adultos. El padre y la madre pueden convertirse en
un modelo para su hijo dando una imagen adecuada y enseñándole
estrategias de autocontrol, planificación, etc.
Un ambiente relajado y libre de estrés contribuye a que los niños se
 muestren más tranquilos. La familia puede ayudar a crear este
 ambiente en casa.
    
Establecimiento de rutinas y organización del tiempo.
 Los niños y jóvenes con TDAH necesi­tan más estructuración y
 supervisión para poder organizarse y manejar el tiempo. Tener unas
 rutinas y un horario estable les ayuda a afrontar sus responsabilidades
 en todos los ámbitos.

 Realización de tareas en casa
Siguiendo algunas pautas sencillas, las familias pueden ayudar a que
 su hijo haga las tareas en casa y realice los aprendizajes iniciados en el
colegio.
Gestión del tiempo de estudioenseñarle a establecer unas rutinas a la
hora de los deberes, hacer des­cansos breves y frecuentes, realizar lo más
 difícil al principio cuando la atención es mayor.
 Optimización del estudiodividir las tareas en apartados más pequeños.
 Durante el estudio hacer esquemas que resuman los puntos más
 importantes y así desglosar la información en apartados de menor
tamaño.
Organización del material: utilizar un lugar de estudio que sea siempre
 el mismo y sin elementos que le puedan distraer. Asegurarse de que
 prepara todo el material necesario para el día siguiente. Puede utilizar
una carpeta para guardar las tareas terminadas y así no olvidar
ninguna. Ayudarles a preparar la mochila haciendo de ello una rutina y
dando instrucciones claras. Puede ser práctico vaciar la mochila al llegar
 a casa para ordenar el material y asegurarse de no olvidar nada dentro.
 Refuerzo de la realización de tareasestablecer plazos realistas par hacer
los deberes y estudiar, de acuerdo con su hijo, y acordar juntos la
recompensas que conseguirá tras el trabajo bien hecho: tiempo pro­pio
para ver la televisión o jugar, actividades con la familia que le gusten,
algún extra para el fin de semana… Valorar positivamente sus esfuerzos
 y sus progresos, poniendo más interés en la realización de sus trabajos
 que en los resultados obtenidos.

  Desarrollo emocional/autoestima.
No se debe olvidar la importancia de un adecuado desarrollo emocional
 del niño, cuidando los mensajes que se le hacen llegar y los comentarios
 que puede escuchar. De­bemos ayudarle a afrontar sus dificultades con
 realismo y espíritu de superación. Necesitan ayuda para com­prender sus
 emociones y controlarlas. Es importante ayudarle a distinguirlas y
 hablar de ellas. Los fracasos continuos pueden afectar a su autoestima,
 por lo que conviene proporcionarle actividades en las que pueda obtener
éxito y disfrute.

 Relaciones sociales
A pesar que puedan aparecer conductas no apropiadas se deben permitir
 las ac­tividades de juego y de grupo adecuadas a cada edad, con
supervisión si fuera necesario, para facilitar las relaciones sociales.

Técnicas específicas
Existen técnicas específicas para la mejora de algunos comportamientos
 asocia­dos al TDAH que se aconseja que las familias conozcan y
utilicen: técnicas de modificación de conducta, entrenamiento en
autoinstrucciones, técnicas de relajación.



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